Ha entrado la luz y la brisa de la mañana y ha sido cuando tus dedos impacientes jugaban con los botones de mi pecho, provocando un estallido de humedad en ese lugar cálido y ardiente de mi intimidad. Y cuando las palomas de tus manos inquietas descendían al jardín del deseo, buscando tu boca beber la miel de ese pequeño océano donde se perdían tus labios y tu lengua inquieta hasta ahogar la fuerza de tu interior, naufragando en oleadas de placer y gemidos de pasión. En ese instante, sientes que la malla perfecta en la que estas recostado es una red sutil. Desde mi rincón , permanezco agazapada, avanzo observando cómo tu esbelta figura se extrémese cuando mis uñas te roza tu intimidad y lo rozo, acomodándolo en mi boca ,acomodándola en mi boca , nuestros ojos se multiplican . Me hundo en el tu vientre los quelíceros y bebo tu jugo, manjar de dioses.....
® 2012 ©Cesar O Nada
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